En Oaxaca, estado mexicano reconocido por su rica y ancestral gastronomía, las ventas de tlayudas enfrentan un descenso alarmante debido al aumento en el costo de insumos, particularmente el agua. Este incremento ha llevado a una disminución en la demanda de estas icónicas tortillas oaxaqueñas, un platillo que combina la tradición y la creatividad culinaria de la región. La escasez de agua en Oaxaca ha impactado directamente en la producción de maíz, ingrediente fundamental para la elaboración de las tlayudas, causando dificultades para las mujeres que las producen y venden.
Carolina Olga, una vendedora local de tlayudas, compartió con Fuerza Informativa Azteca las adversidades que enfrentan, destacando la escasez de maíz debido a la falta de agua, lo que ha provocado un aumento en el precio del recurso de 150 a 200 pesos. Esta situación ha afectado negativamente a su negocio, ya que ha tenido que enfrentarse a días de bajas ventas a pesar de no rendirse ante la adversidad.
Don Pedro Adrián, campesino de la región, también expresó su preocupación por el aumento en el precio de las tortillas, que ha saltado de 20 a 50 pesos en menos de tres meses, una situación exacerbada por una cosecha decepcionante en 2023 debido a la ausencia de lluvias.
A pesar de estos retos, el precio del kilogramo de tortilla de maíz se mantuvo constante en Oaxaca, con un costo de 22.67 pesos desde el inicio hasta el final de enero, según el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados. Esto contrasta con las experiencias personales de vendedores y productores locales que luchan por mantener viva la tradición de las tlayudas.
Las tlayudas son un símbolo de identidad y tradición en Oaxaca, reconocidas no solo por su sabor excepcional sino también por su importancia cultural, siendo declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO. Este platillo, que puede ser adornado con una amplia variedad de ingredientes desde frijoles negros hasta mariscos, es preparado principalmente por mujeres rurales de comunidades indígenas zapotecas y es un pilar en la gastronomía oaxaqueña.
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