El gobierno de México se encuentra al borde de una nueva confrontación con Estados Unidos, esta vez por el glifosato y el maíz amarillo genéticamente modificado. A pesar del acuerdo de posponer la discusión sobre importaciones de este herbicida y grano genéticamente modificado hasta enero de 2025, el presidente López Obrador ha ratificado que en marzo de 2024 se debe abstenern de adquirir y utilizar el glifosato.
El reciente decreto, publicado en el Diario Oficial de la Federación, justifica estas medidas argumentando los posibles efectos nocivos del glifosato en la salud humana y el medio ambiente, identificándolo incluso como un posible cancerígeno. Esto se da en medio de una solicitud de Estados Unidos para presentar evidencia científica que respalde estas prohibiciones, conforme al Tratado de Libre Comercio T-MEC.
El decreto establece que, en consonancia con las políticas de autosuficiencia alimentaria y protección a la salud, el gobierno mexicano se abstendrá de autorizar y otorgar permisos para la importación, producción, distribución y uso del glifosato, con un plazo límite de sustitución hasta el 31 de marzo de 2024.
En lo que respecta al maíz amarillo, se instruye a las dependencias a revocar y abstenerse de otorgar permisos para la liberación de granos genéticamente modificados, con el objetivo de preservar el grano nativo, la milpa y las comunidades campesinas.
El glifosato, un herbicida utilizado principalmente en cultivos de maíz y cítricos, y el maíz genéticamente modificado, destinado a procesos industriales y alimentación animal, se han convertido en puntos de discordia entre ambos países.
En nombre de quienes trabajan la tierra con amor y pasión, en nombre de un México más fuerte y unido, en nombre del futuro que queremos dejar a nuestras generaciones venideras, construyamos juntos #PorNuestroCampo.
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