La sequía se ha vuelto un problema cada vez más recurrente y grave en México, con al menos cinco eventos significativos desde 2009. Estas sequías han impactado no solo en la producción agrícola y ganadera, sino también en el suministro de agua en ciudades importantes como Monterrey y la Ciudad de México, así como en los grandes embalses nacionales.
El sector agrícola mexicano, que abarca el 82% de la actividad agropecuaria del país, es especialmente vulnerable a la escasez de lluvias, ya que la producción agrícola depende en gran medida de la cantidad y regularidad de las precipitaciones. Las sequías han causado estragos en los cultivos de temporal, como maíz, trigo y frijol, así como en la ganadería, lo que amenaza el sustento de las familias que dependen de estas actividades.
A lo largo de las últimas dos décadas, las sequías intensas han afectado más del 60% del territorio nacional, resultando en pérdidas económicas considerables y en un drástico cambio en las actividades agrícolas. La disminución de la población dedicada al campo, que pasó del 58.3% en 1950 al 12.69% en 2018, también ha exacerbado los desafíos que enfrentan los agricultores y ganaderos frente a la sequía.
Un estudio muestra que, en tiempos de sequía, los ganaderos tienden a cambiar de ocupación más frecuentemente que los agricultores, y el impacto de la sequía varía según la región. Además, las personas afectadas por las sequías adoptan diversas estrategias de supervivencia, que incluyen abandonar el campo, cambiar de actividad dentro del agro o incluso ingresar al campo debido a la disminución de la competencia.
En resumen, las sequías recurrentes en México representan un desafío creciente para el campo mexicano y requieren una atención cuidadosa para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar de las comunidades rurales. La falta de recursos y las condiciones difíciles de vida hacen que la acumulación de reservas para amortiguar las pérdidas sea difícil, lo que destaca la urgencia de abordar este problema de manera efectiva.
En nombre de quienes trabajan la tierra con amor y pasión, en nombre de un México más fuerte y unido, en nombre del futuro que queremos dejar a nuestras generaciones venideras, construyamos juntos #PorNuestroCampo.
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