Siete asociaciones de productores agrícolas de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay han solicitado a la Unión Europea que renueve el permiso para el uso del glifosato en el continente europeo. Argumentan que estudios realizados por la Unión Europea indican que el glifosato no es cancerígeno ni presenta riesgos toxicológicos. Además, destacan que el glifosato es una herramienta importante en los sistemas de agricultura regenerativa, promoviendo la biodiversidad y reduciendo la huella de carbono. Afirman que su uso está respaldado por organismos de salud en más de 140 países y cumple con los estándares establecidos. Por lo tanto, sugieren renovar la autorización basándose en evidencia científica y conforme a las normativas europeas y compromisos internacionales.
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