En México, el sector agrícola enfrenta un desafío crítico relacionado con el uso ineficiente del agua, donde hasta el 90% de los recursos hídricos se desperdician debido a métodos de riego obsoletos como el riego rodado, que datan de la era cartaginesa. Rubén Soto, experto en sistemas de riego, enfatiza la necesidad de adoptar tecnologías de riego localizado para maximizar cada gota de agua utilizada. Jonathan Hernández, de la UAEMEX, y otros expertos concuerdan en la importancia de transitar hacia modelos de irrigación más avanzados, como el riego por goteo, aspersión y microaspersión, para reducir la evaporación y filtración del agua en cultivos a cielo abierto.
Este reto se agrava por el hecho de que solo una pequeña fracción del presupuesto de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) se destina a mejorar y modernizar los sistemas de riego, a pesar de que la agricultura consume el 76% del agua disponible. Nefi Bracamonte critica la falta de apoyo gubernamental en el sector, indicando que los esfuerzos actuales son insuficientes. La transformación de prácticas de riego es vital no solo para la sostenibilidad del sector agrícola sino también para la preservación del recurso hídrico del país.
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