La comunidad agrícola de Sinaloa enfrenta actualmente una doble adversidad: una severa escasez de agua y la incertidumbre en las negociaciones sobre el precio de los granos. El estado, crucial para la producción de maíz y trigo en México, ha visto sus reservas de agua disminuir dramáticamente hasta el 12%, lo que ha llevado a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a restringir el riego en las principales presas como Sanalona, Adolfo López Mateos y José López Portillo.
Paralelamente, las negociaciones para establecer un precio justo por tonelada de maíz y trigo están en curso, pero no sin controversias. Baltazar Hernández, líder prominente de los productores de trigo, rechazó participar en una reunión en la Ciudad de México al ser erróneamente invitado a discutir sobre el maíz, un área que no es de su especialidad. Este error ha causado malestar entre los líderes agrícolas, quienes sienten que no se está tomando en serio su conocimiento y experiencia.
En una reunión preliminar, los funcionarios de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y Segalmex sugirieron que los industriales paguen 5,000 pesos por la tonelada de maíz, con un adicional de 1,000 pesos por parte del gobierno federal para alcanzar un total de 6,000 pesos. Gumaro López Cuadras, presidente de los Productores Independientes de Sinaloa, expresó su esperanza en que esta propuesta se materialice, siempre que haya voluntad política para apoyar a los productores nacionales.
Mientras tanto, la Junta Local de Sanidad Vegetal reportó anomalías en el desarrollo vegetativo de algunos maíces, probablemente debido a la insuficiencia en los riegos proporcionados. Modesto López Leal, del Módulo Guasave, admitió que aunque algunos cultivos están envejeciendo de manera normal, la incertidumbre sobre el rendimiento final y posibles afectaciones sigue presente.
Por otro lado, en la zona sur de Sinaloa, el jefe de la Procuraduría Agraria ha iniciado diálogos con los ejidatarios de San Miguel de la Atarjea en Escuinapa, quienes amenazan con bloquear la presa Santa María en protesta por no recibir indemnizaciones después de que sus huertas de mango fueron derribadas para la construcción de canales de riego. El funcionario ha prometido resolver este conflicto, aunque los agricultores permanecen escépticos.
Este panorama resalta la compleja situación que enfrentan los agricultores de Sinaloa, quienes luchan no solo por recursos hídricos suficientes sino también por precios equitativos que reflejen el valor y el esfuerzo de su trabajo en el campo.
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