En Jalisco, los productores de maíz enfrentan una grave crisis económica, con una reducción de hasta el 30% en los pagos por tonelada en comparación con el año anterior, lo que los ha dejado endeudados y luchando por cubrir los costos de producción. La mayoría de los agricultores, que dependen del temporal, no alcanzan las 8 toneladas promedio registradas por el gobierno, sino que apenas llegaron a 5 toneladas el año pasado. El precio por tonelada ha caído de 7,400 pesos en 2022 a 5,000 pesos en 2023, insuficiente frente a los 52,000 pesos de inversión requerida por hectárea. Los factores que contribuyen a esta situación incluyen condiciones ambientales adversas y el efecto del “super peso” en las exportaciones. El programa de precios de garantía del gobierno, diseñado para pequeños productores, no alcanza a cubrir a la mayoría en Jalisco, dejándolos en una posición aún más vulnerable. Ante esta situación, los productores de maíz planean manifestarse el 8 de abril, exigiendo atención gubernamental hacia el sector, precios más competitivos, y mayor apoyo para el cultivo de maíz.
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