Las redes de telecomunicaciones, fundamentales en el sector agrícola para el análisis del suelo y el monitoreo en tiempo real, enfrentan un retroceso en México, impactando negativamente la automatización y el uso de tecnologías en la agricultura. Según el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), en 2022, la cobertura de redes 3G y 4G en unidades de producción agrícola de temporal disminuyó en un 5% interanual, afectando especialmente a estados como Chiapas y Oaxaca, que sufrieron caídas significativas en la cobertura. Estos estados son cruciales para la producción de cultivos como maíz, calabaza y frijol.
La reducción en la cobertura de redes dificulta el acceso de los agricultores a herramientas esenciales como GPS y aplicaciones para optimizar el uso de recursos y controlar plagas. A pesar de la creciente importancia de la tecnología en la agricultura, la falta de políticas públicas para incentivar la expansión de las redes en áreas agrícolas limita el avance tecnológico. Jorge Bravo, analista de telecomunicaciones, subraya que la desconexión digital en el campo está impactando directamente a la agricultura mexicana, y advierte que sin estrategias o modelos de negocio adecuados, la industria agrícola quedará rezagada.
Estados con alto potencial agrícola enfrentan desafíos adicionales por la falta de inversiones y estrategias gubernamentales. La disminución en la cobertura de redes 3G y 4G, sumada al enfoque en el desarrollo de la red 5G, plantea preocupaciones sobre la atención a las tecnologías existentes, lo que podría tener efectos negativos en el futuro de la agricultura mexicana.
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