El informe de “Seguimiento y Evaluación de la Política Agrícola 2023” de la OCDE, presentado recientemente, destaca cómo el cambio climático está impactando de manera creciente la producción agrícola mundial. La mayor variabilidad de temperaturas y precipitaciones, junto con las alteraciones de los servicios ecosistémicos y una desaceleración en el crecimiento de la productividad, son algunos de los desafíos señalados por la organización.
Este fenómeno global se ve reflejado en la creciente frecuencia y severidad de eventos meteorológicos extremos, como sequías, inundaciones, olas de calor y tormentas, que están afectando directamente a la agricultura. Aunque algunas regiones podrían beneficiarse de períodos de crecimiento más largos, la OCDE subraya la necesidad urgente de que la producción agrícola en la mayor parte del mundo se adapte a condiciones de crecimiento menos favorables y más variables.
El informe resalta que los gobiernos de los 54 países estudiados han adoptado alrededor de 600 medidas para adaptar la agricultura al cambio climático. Sin embargo, enfatiza la necesidad de acciones más concretas y rápidas en la implementación, seguimiento y evaluación de estas medidas de adaptación.
En términos de apoyo gubernamental, el informe revela que la asistencia total a la agricultura alcanzó niveles récord de 851 mil millones de dólares anuales durante 2020-22. Casi la mitad de este apoyo consistió en medidas potencialmente distorsionadoras del mercado, como aranceles fronterizos y pagos de subsidios basados en la producción. Este nivel de apoyo es casi 2.5 veces superior al de hace dos décadas, aunque aún se queda atrás del crecimiento general de la producción.
El apoyo está altamente concentrado en unas pocas grandes economías productoras, con China, India, Estados Unidos y la Unión Europea representando el 36%, 15%, 14% y 13% del apoyo total, respectivamente. Durante el período 2020-22, los productores individuales recibieron 630 mil millones de dólares anuales en apoyo positivo, un aumento significativo desde los 525 mil millones de dólares previos a la pandemia de covid-19.
El informe de la OCDE subraya los desafíos críticos que enfrenta el sector agrícola a nivel global debido al cambio climático y la necesidad de una acción gubernamental más enfocada y eficaz para adaptar y sostener la agricultura en un entorno cada vez más cambiante y desafiante.
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