De enero a junio de este año, las importaciones de fertilizantes en México aumentaron un 17.5% en comparación con el mismo periodo del año pasado, según informó Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). La demanda de fertilizantes ha sido impulsada por la humedad en los campos, lo que ha llevado a los agricultores a aplicar los primeros tratamientos para maximizar el potencial de sus cultivos.
No obstante, la escasez de productos como el fosfonitrato y el sulfato de amonio podría obligar a los agricultores a considerar otros tipos de fertilizantes. En el primer semestre de 2024, las importaciones de urea aumentaron un 26.7%, las de fosfato diamónico un 26.4%, las de complejo triple 16 un 41.8%, y las de cloruro de potasio un 3.3%. Sin embargo, las importaciones de sulfato de amonio disminuyeron un 24.4% y las de nitrato de calcio un 2.5%.
Asimismo, se observó una disminución del 11.8% en el precio promedio de los fertilizantes. Este aumento en la demanda de fertilizantes importados contrasta con la política del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que busca distribuir fertilizantes gratuitos a pequeños y medianos productores para reducir la dependencia de proveedores extranjeros.
En respuesta a esta situación, Petróleos Mexicanos (Pemex) contrató a Mota-Engil México para construir una planta de fertilizantes en Poza Rica, Veracruz, con una inversión de 1,200 millones de dólares. Esta nueva planta tendrá una capacidad de producción anual de 700,000 toneladas.
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