El campo mexicano enfrenta una crisis doblemente severa: la escasez de agua y la falta de acceso a créditos bancarios. Según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), encabezada por Rogelio Ramírez de la O, el 96% de las unidades agropecuarias y los municipios rurales de México no cuentan con el respaldo de bancos comerciales. Esto significa que los productores agrícolas y ganaderos están luchando sin el apoyo financiero necesario para adquirir semillas, fertilizantes, maquinaria y otros insumos cruciales.
Apenas el 6% de los municipios rurales tienen presencia de la banca comercial, lo que obliga a los pequeños productores a depender de otros intermediarios financieros. Datos del Inegi revelan que de las más de 4.6 millones de unidades de producción agropecuaria en el país, solo 277,748 han recibido créditos bancarios, dejando a más de 4 millones sin acceso a financiamiento.
Esta situación crítica impide que los productores rurales puedan garantizar la siembra, cosecha y crianza de ganado, exacerbando la ya difícil situación causada por la escasez de agua.
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