Después del paso del huracán Alberto y con la temporada de huracanes apenas comenzando, México ha experimentado lluvias intensas que han traído tanto beneficios como daños. En el estado de Campeche, las continuas lluvias han inundado extensas áreas de cultivo de papaya, afectando severamente a los agricultores locales y amenazando el sustento de muchas familias. Las pérdidas económicas son significativas, y las inversiones en semillas y fertilizantes se han perdido bajo el agua.
Chiapas, otro estado afectado, enfrenta una crisis sin precedentes debido a las lluvias que han devastado cosechas esenciales como el café y el plátano. Más de 12 hectáreas de plátano macho y banano están sumergidas, deteniendo exportaciones y causando pérdidas millonarias. Los agricultores están pidiendo ayuda urgente a la Conagua para limpiar el río Suchiate y prevenir futuras inundaciones. La situación económica de los agricultores es grave, y la próxima temporada de siembra está en riesgo.
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