México enfrenta una crisis agrícola severa debido a una prolongada sequía que está devastando cultivos y ganadería en todo el país. Los estados de Chihuahua, Sinaloa y Tamaulipas son los más afectados, con niveles críticos de escasez de agua que amenazan la producción de alimentos básicos como maíz, frijol y chile. Este fenómeno no solo ha reducido las exportaciones, sino que también ha disparado los precios de la canasta básica, impactando a millones de familias.
Liderazgo Agrícola en Riesgo
Chihuahua, uno de los estados más golpeados, ha registrado ocho meses consecutivos con el 100% de su territorio en algún grado de sequía, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua). En mayo de 2024, el 33.8% del estado se encontraba en sequía excepcional, la categoría más severa. Cultivos esenciales como cebolla, avena, chile y algodón han visto una drástica disminución en su producción, influyendo directamente en la inflación de estos productos.
La superficie cultivada en Chihuahua se redujo de las habituales 415,000 hectáreas a solo 265,000 en 2023 debido a la falta de lluvias, según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera. Esta disminución se traduce en menores rendimientos y pérdidas económicas significativas para los agricultores.
Escasez de Agua en Sinaloa
En Sinaloa, la sequía ha llevado a que las 11 presas del estado operen al 11.8% de su capacidad total, un nivel crítico no visto en los últimos 30 años. Conagua ha cerrado sistemas hidroagrícolas para priorizar el consumo humano, dejando al campo sin agua para riego. Esta medida afecta no solo a los cultivos, sino también a la ganadería, con un alto riesgo de mortandad de ganado debido a la escasez de alimentos y agua.
Tamaulipas y la Migración Laboral
En Tamaulipas, la sequía ha obligado a muchos pescadores a abandonar su oficio y buscar alternativas en la agricultura, la construcción y otros sectores. Las lagunas están secas y la población de peces ha disminuido drásticamente, dejando a cientos de familias sin sustento. La migración hacia la agricultura enfrenta los mismos desafíos de falta de agua y altos costos de producción.
Alza en Precios de Productos Básicos
A nivel nacional, la disponibilidad de agua en las presas de almacenamiento para riego es preocupante, con un déficit de 1,449.6 hectómetros cúbicos respecto a la década anterior y 10,601.6 hectómetros cúbicos menos en comparación con el mismo periodo de 2023. Las presas en regiones como el noroeste presentan niveles críticamente bajos de almacenamiento, afectando gravemente la producción agrícola.
Se espera que los precios de alimentos como el maíz, frijol y chile aumenten hasta un 30% en los próximos meses debido a la disminución en la producción. El aguacate, conocido como el “oro verde” de México, enfrenta un incremento de precios del 20 al 25%, reflejando la escasez de agua y el incremento de los costos de producción.
Medidas de Mitigación y Soluciones a Largo Plazo
El gobierno federal y los gobiernos estatales están implementando diversas medidas para mitigar los efectos de la sequía, incluyendo programas de apoyo económico a los agricultores, la promoción de técnicas de riego más eficientes y la búsqueda de cultivos más resistentes a condiciones extremas. Sin embargo, estas acciones pueden no ser suficientes para evitar el alza de precios a corto plazo.
La situación actual requiere soluciones transexenales y un enfoque integral que aborde tanto el cambio climático como el cambio en los usos y costumbres. Es imperativo implementar políticas públicas que promuevan la reforestación, la tecnología de distribución del agua, el aprovechamiento eficiente del líquido y el tratamiento efectivo de aguas urbanas e industriales.
La sequía en México ha generado una crisis en el sector agrícola que afecta no solo la producción de alimentos, sino también la economía y el sustento de millones de personas. La necesidad de acciones inmediatas y de largo plazo es urgente para mitigar estos efectos y garantizar la sostenibilidad del campo mexicano.
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