La decisión del gobierno federal de México de posponer la prohibición del glifosato, inicialmente prevista para abril de 2024, marca un punto de inflexión en el debate sobre este herbicida. Con la propuesta de prohibición suspendida, agricultores mexicanos podrán seguir importando glifosato, esencial para la eliminación de malas hierbas en cultivos fundamentales. A pesar de las controversias internacionales, como la clasificación de la OMS del glifosato como probablemente cancerígeno y la contraposición de la EFSA, la medida ha sido celebrada por sectores agrícolas y ganaderos nacionales, así como criticada por activistas medioambientales.
La Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC) ha aplaudido el reconocimiento del gobierno a la importancia del glifosato para la productividad agrícola, en ausencia de alternativas viables. Se ha comprometido a colaborar en la búsqueda de soluciones más eficientes y respetuosas con el medio ambiente. Esta decisión no solo finaliza un período de incertidumbre sino que también destaca la importancia de un campo más desarrollado y justo para México.
Además, el Conahcyt junto con Sader, Semarnat, SE, y Cofepris han presentado resultados que sugieren la viabilidad de producir alimentos sin glifosato, destacando el desarrollo de nuevas formulaciones 100% mexicanas como alternativas potenciales. A pesar de estas innovaciones, el presidente López Obrador ha enfatizado la complejidad del proceso de sustitución y la necesidad continua de glifosato para la producción agrícola hasta que se encuentren sustitutos adecuados. Este equilibrio entre la necesidad actual y la búsqueda de alternativas sostenibles refleja la complejidad del debate sobre el glifosato en México y en todo el mundo.
Deja un comentario