Por primera vez, el Estado de México ha confirmado la presencia de la langosta centroamericana (Schistocerca p. piceifrons), una especie conocida por su potencial destructivo, particularmente en temporadas cálidas. Este insecto, similar al chapulín, representa una amenaza significativa para una amplia variedad de cultivos, incluyendo maíz, frijol, trigo, avena, sorgo, y diversas frutas. El avistamiento se realizó el 18 de enero en el Ejido Chalma, Malinalco, una zona con clima cálido que favorece la expansión de estos insectos, especialmente con el incremento de la vegetación y la temperatura.
Aunque la situación actual no es considerada grave, la Secretaría del Campo del Estado de México ha emitido una alerta a los agricultores, especialmente en la parte sur del estado, para que se mantengan vigilantes. Se ha proporcionado un número de teléfono para reportar avistamientos. Estos insectos pueden encontrarse solos o en grandes grupos, se reproducen dos veces al año, y son particularmente destructivos durante su segunda generación cuando se agrupan. Poseen la capacidad de consumir el doble de su peso en un día y avanzar unos 20 kilómetros en 24 horas, causando daños considerables a los cultivos.
La langosta centroamericana ya es conocida en otras regiones de México, como la península de Yucatán, Tabasco, Veracruz, San Luis Potosí, Oaxaca, Puebla y Chiapas, donde su presencia es estacional pero bajo control. Recientemente, en diciembre del año pasado, también se reportó su llegada a Morelos y Michoacán, lo que indica una expansión de su área de influencia en el país.
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