El sector agropecuario en México enfrenta desafíos significativos, exacerbados tanto por el cambio climático como por la falta de apoyo gubernamental en tecnificación, comercialización y competitividad. En respuesta a estos retos, el 23 de octubre se lanzó el movimiento #PorNuestroCampo, que une a la mayoría de los productores agropecuarios del país. Este movimiento surge en un contexto de inseguridad, robo y extorsión, y una disminución en los apoyos presupuestales, evidenciado por un presupuesto federal para 2024 para la SADER que, ajustado por inflación, es inferior al del año anterior.
Además, México enfrenta una grave sequía, afectando al 73.6% de sus municipios, con solo el 11.1% libre de afectaciones, según el Consejo Nacional Agropecuario (CNA). El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) reporta que mil 715 municipios registran algún grado de estiaje, con lluvias inferiores al promedio en varias regiones, exacerbando la sequía de severa a extrema.
Ante esta realidad, #PorNuestroCampo busca la colaboración de la sociedad, el gobierno y las empresas, enfocándose en el apoyo en financiamiento, comercialización y seguros, duplicar la inversión en infraestructura hídrica, y asegurar que las decisiones gubernamentales relacionadas con el campo se fundamenten en criterios técnico/científicos y la opinión de los productores. Este movimiento también resalta la urgencia de encontrar alternativas a la eliminación de seguros y de la Financiera Rural, así como la necesidad de actualizar la infraestructura hídrica.
Los productores dentro de este movimiento enfatizan la complejidad de la situación en el sector agropecuario y la necesidad de soluciones innovadoras y responsables que prioricen sus necesidades y experiencias. Subrayan la importancia de considerar la agricultura como un tema de seguridad nacional, dada su relevancia en la producción de alimentos y en la estabilidad económica y social del país.
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