La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha anunciado que el fenómeno de El Niño que se desarrolla actualmente influirá significativamente en las temperaturas globales en 2024. Aunque El Niño generalmente afecta al año siguiente de su formación, la OMM señala que debido a las altas temperaturas registradas desde junio de 2023, este año podría convertirse en el más cálido registrado. El fenómeno, que se espera que dure hasta abril de 2024, intensificará los patrones meteorológicos y contribuirá a un aumento continuado de las temperaturas tanto en la tierra como en el océano.
Las temperaturas de la superficie del mar y otros indicadores atmosféricos y oceánicos en el Pacífico tropical central y oriental confirmaron la presencia de El Niño en octubre de 2023. Desarrollándose rápidamente en julio y agosto, alcanzó una intensidad moderada en septiembre y se espera que alcance su punto máximo entre noviembre de este año y enero de 2024, persistiendo hasta el próximo invierno del hemisferio norte y el verano del hemisferio sur.
La OMM advierte que, a medida que El Niño se combina con las crecientes concentraciones de gases de efecto invernadero derivados de las actividades humanas, se anticipa un aumento en fenómenos climáticos extremos, como olas de calor, sequías, incendios forestales y lluvias torrenciales. La iniciativa “Alerta temprana para todos” de la OMM se compromete a mitigar estos impactos y minimizar pérdidas económicas.
Este fenómeno de El Niño se suma a las preocupaciones sobre el cambio climático, ya que el año actual podría superar a 2016, anteriormente el más cálido registrado, debido a la combinación de un fuerte El Niño y el cambio climático. La OMM destaca que aunque El Niño es un factor importante, no es el único que afecta los patrones climáticos globales y regionales, y cada evento de El Niño es único en su impacto.
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