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El Monitor de la Sequía de México refirió que al 30 de septiembre de 2023, el porcentaje de áreas con sequía de moderada a excepcional a nivel nacional fue de 74.96 por ciento. Por la intensa sequía y la ausencia de tecnología en el campo, se espera disminución en la producción de trigo, frijol y maíz, de este último, con pérdidas de más de 3 millones de toneladas solo en Sinaloa para el presente ciclo otoño-invierno.
“Las previsiones son desalentadoras. Solo el seis por ciento de los municipios de México no sufren afectaciones por la sequía”, dijo el presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos, Luis Eduardo González Cepeda. También comentó en entrevista que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó que el Noreste, Centro, Occidente y Pacífico sur, experimentaron un incremento en la sequía de severa a extrema.
Esta última categoría también tuvo un aumento sobre todo en los estados del Noreste y Pacífico Norte, mientras que en Durango y la zona limítrofe entre San Luis Potosí, Querétaro, Hidalgo y Veracruz, surgieron áreas con sequía excepcional.
El especialista en protección de cultivos, comentó que además de la sequía se enfrentan factores como la falta de profesionalización y la carencia de tecnología en el campo, lo que disminuirá aún más la producción de granos.
Esto se traducirá en importaciones cada vez mayores de alimentos y con ello, una afectación económica y la inhibición de la producción nacional por falta de rentabilidad. El mayor productor de maíz en el ciclo otoño-invierno fue el estado de Sinaloa con una producción en el 2022 fue de 5 millones 223 mil 369 toneladas. Para este año 2023 se espera una reducción del 60 por ciento que equivalen a 3 millones 134 mil toneladas, por lo que su producción quedará en poco más de 2 millones de toneladas.
Todo esto sin contar con la reducción en los rendimientos del cultivo que fueron de 12 toneladas por hectárea en el ciclo otoño-invierno en 2022.
Para este 2023, en el mismo ciclo, podrían estar entre 8 a 10 toneladas por hectárea, por lo que la producción de maíz podría reducirse en un 70 por ciento.
“Esta situación provoca que los agricultores estén desesperados ante este panorama desolador y la ausencia de apoyos al agro”, dijo el ingeniero González Cepeda en entrevista.
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