Investigadores y líderes agrarios en Tlaxcala se unen en un esfuerzo por salvar más de 57 variedades de maíz nativo, gravemente amenazadas por el cambio climático y la posibilidad de registro como propiedad intelectual por empresas privadas. Melquiades Pérez González, colaborador y asesor de la Unión Campesina Democrática (UCD), advierte sobre la disminución de esta invaluable biodiversidad, subrayando la importancia de la riqueza maicera del estado.
El proyecto, respaldado por expertos en biotecnología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), busca preservar las 127 variedades originarias de Tlaxcala, utilizando métodos científicos y tecnológicos. Se revela que las medidas tradicionales, como la conservación en repositorios internacionales, ofrecen una protección limitada, lo que subraya la urgencia de la situación.
El proyecto contempla el uso de tecnología satelital para identificar microclimas favorables para la siembra. Además, se destaca la importancia cultural, donde tradiciones agrícolas se enfrentan a desafíos temporales. La colaboración entre comunidades y la investigación internacional demuestra un interés global en el futuro del maíz, posicionando a Tlaxcala como posible referente mundial.
En un llamado apasionado, Pérez González concluye: “En nombre de quienes trabajan la tierra con amor y pasión, en nombre de un México más fuerte y unido, en nombre del futuro que queremos dejar a nuestras generaciones venideras, construyamos juntos #PorNuestroCampo”.
Mayor información en La Jornada
Deja un comentario